martes, julio 12, 2005

El comercio en Honduras



El proceso de apertura comercial de Honduras

Honduras comenzó a adoptar un modelo económico liderado por las exportaciones y orientado hacia la apertura de mercados, sustituyendo así el modelo de sustitución de importaciones, que al igual que el resto de los países latinoamericanos, implementó por dos décadas. La política comercial comienza a ajustarse al nuevo modelo económico y el marco regulatorio del país también. Se aprueban leyes para el funcionamiento de zonas francas donde se elaboran productos destinados a la exportación, y se subscriben acuerdos comerciales bilaterales con varios países fuera de la región centroamericana.

Asi mismo, el país inicia acciones orientadas a reincorporarse al proceso de integración regional, lo cual había sido suspendido a principios de la década de los setenta. Así, en diciembre de 1992 mediante la aprobación del Decreto No. 222-92, Honduras se adhirió al Acuerdo Multilateral Transitorio de Libre Comercio como un paso previo a la reincorporación total al Mercado Común Centroamericano (MCCA). Una vez reincorporada Honduras al MCCA, se traslada al Consejo de Ministros de la Integración Económica Centroamericana, la potestad de administrar y definir la política arancelaria centroamericana. En abril de 1993 se comienza a aplicar el Sistema Arancelario Centroamericano (SAC), con el que se estableció un arancel externo común (AEC) para toda la región.

En 1990, con la implementación del Decreto No. 18-90, Programa de Ajuste Estructural de la Economía, comienza un proceso formal de liberalización comercial, con énfasis en las actividades sostenibles de exportación como parte de un programa global de desarrollo que buscaba lograr una mayor inserción en el comercio mundial, destacando una
reducción drástica de los aranceles y la eliminación de barreras no arancelarias al comercio. En 1992 se aprueba la Ley de Modernización del Sector Agrícola (LMDSA) que libera el comercio agrícola y elimina el control y las garantías de precios, y en el mismo año se inicia formalmente el proceso, aunque tardío, de incorporación al GATT -hoy la Organización Mundial del Comercio (OMC)- que concluye en 1994. En su adhesión al GATT, Honduras consolida su
universo arancelario en 35% con excepciones por encima y por debajo de este nivel.

En los últimos años, y tomando como referencia el Tratado General de Integración Centroamericana y sus Protocolos Modificatorios y la normativa de la OMC, Honduras ha suscrito tratados de libre comercio con México y la República Dominicana, y está negociando tratados de libre comercio con Canadá, Chile, los Estados Unidos de América y Panamá.

De acuerdo a la Secretaría de Industria y Comercio hondureña (SIC), el objetivo general de la política comercial externa actual de Honduras, es "facilitar y promover mayores niveles de desarrollo económico, social y humano para todos los hondureños mediante el aprovechamiento sostenido de las oportunidades que brinda la inserción del país en la economía internacional". Con ello se busca "mejorar la eficiencia y competitividad de sectores estratégicos a lo largo de la cadena de producción y comercialización, aumentar el valor agregado de los productos, tanto de los de consumo interno como de los de exportación, aumentar los volúmenes exportables, diversificar las exportaciones y la calidad de los productos, elevar niveles de inversión, y contribuir al abastecimiento oportuno de productos de buena calidad y a precios competitivos" (SIC, 2003). La estrategia para alcanzar los objetivos antes descritos incluye a) "promover la
apertura de nuevos mercados para la oferta actual y potencial de bienes y servicios articulados con los sectores de agronegocios, forestal, turismo, industria textil y confecciones, manufactura y la micro, pequeña y mediana empresa, entre otros; b) implementar programas de reconversión tanto para sectores con potencial de competir en el mercado internacional, regional y local, así como para sectores vulnerables; c) proteger aquellos sectores o productos sensibles en función de su importancia económica, social y productiva de las distorsiones en precios ocasionadas por prácticas de comercio desleal y subvenciones, mediante la aplicación de instrumentos comerciales permitidos por la OMC; d) actualizar el marco jurídico y simplificar los trámites administrativos para promover un clima de inversiones quepromueva la competitividad; y e) promover en forma sistemática las oportunidades de inversión existentes en el país y las condiciones de acceso a mercados de países con quienes se ha suscrito tratados." Se busca "impulsar el desarrollo de un sistema de innovación y adopción tecnológica y de desarrollo del capital humano y social, modernizar el sistema de metrología y adoptar estándares de calidad y normas técnicas en base a patrones internacionales, la innovación de servicios financieros y de mecanismos de acceso a crédito y orientar la cooperación internacional al fomento y desarrollo de sectores estratégicos" (SIC, 2003 ).

Los tratados de libre comercio (TLC), los acuerdos de protección recíproca de las inversiones (APRI) y los acuerdos de alcance parcial (AAP), son algunos de los instrumentos que el Gobierno de la República utiliza para impulsar su política comercial externa. Los tratados de libre comercio, son instrumentos o mecanismos que utilizan los países para alcanzar los objetivos de su política comercial. No son un fin en sí mismos, sino instrumentos de la política comercial que facilitan el acceso permanente, bajo reglas claras, transparentes y en condiciones preferenciales, a mercados importantes que demandan variedad de productos agrícolas, forestales, industriales, manufacturas y servicios que pueden ser producidos en los países contratantes. Sin embargo es importante recordar que los tratados de libre comercio son necesarios pero no suficientes para contribuir al desarrollo económico y social sostenible de las partes involucradas.

Actualmente Honduras, conjuntamente con el resto de los países centroamericanos, está en proceso de negociación de un Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos de América (mejor conocido como CAFTA). Si bien se espera que este Tratado contribuya a mejorar las condiciones económicas de Honduras, el reto de los hondureños es aprovechar al máximo las oportunidades que este presenta, y hacer que los beneficios que de él deriven, sean distribuidos de forma equitativa para todos los sectores y regiones
del país.